El sistema político actual de la República Checa es una democracia parlamentaria; su presidente es Václav Klaus desde 2003. Su Constitución y la Carta de las Libertades y Derechos Fundamentales entraron en vigencia en el 93.
El jefe de Estado o Presidente de la República, es elegido en elecciones indirectas por las dos cámaras del Parlamento, durando el mandato presidencial un máximo de 5 años.
El gobierno se forma cada cuatro años en base de los resultados obtenidos en las elecciones (partido ganador en las elecciones o coalición entre los principales partidos ganadores). A la cabeza del gabinete gubernamental se encuentra el Primer Ministro (Presidente del Gobierno), propuesto por las fuerzas políticas ganadoras en las elecciones y ratificado por el Presidente de la República.
El derecho civil esta basado en el sistema austrohúngaro y su sistema legal se encuentra enmarcado en la legislación de la Unión Europea, en la que la República Checa entró en el 2004, momento en el que hubo opiniones de todo tipo, dividiéndose las opiniones a favor y en contra.
Haciendo una generalización, se puede intuir que la población de República Checa está muy desilusionada con la política debido a los años de penurias durante el comunismo, especialmente en las época de mayor autoritarismo. Muchos defienden la filosofía comunista y las ideas del comunismo utópico, pero debido a lo que vivieron, ven en el sistema capitalista un sistema menos autoritario con mayores libertades para la gente. Paralelamente, es muy común ver y escuchar a jóvenes, sobre todo adolescentes, proclamándose capitalistas y enemigos declarados del comunismo, entendiéndolo como una copia desmedida de los valores y estilos de vida norteamericanos.
Por otro lado también es frecuente ver grupos comunistas radicales que reivindican la instauración del régimen comunista de nuevo, sus valores más radicales y su lucha anticapitalista a toda costa. Estos grupos pueden ser numerosos, ya no de adolescentes, si no heterogéneos unificando a gente joven y gente de edad avanzada que opinan que en el comunismo se vivía mejor, había menos problemas y diferencias sociales, etc. con apariencia radical y una actitud que se podría definir como respetuosa pero no pacífica 100%. En general, en Praga sobre todo hay más movimiento político en cuanto a la población se refiere (también a nivel de los propios políticos, evidentemente, ya que se trata de la capital), son frecuentes y numerosas las manifestaciones, siempre pacíficamente, y sociológicamente es aconsejable asistir, ya que es de las pocas ocasiones en las que se puede ver a un checo o una checa gritar y exteriorizar sentimientos colectivamente.
También es significativa la presencia de pequeños grupos de ultra derecha, sobre todo en pequeñas ciudades, pero como sucede con estos grupos, muchos no tienen una ideología clara que les identifique, aunque si una estética y unos cánones de conducta compartidos, de los que no se traducen actitudes respetuosas con la gente de diferentes étnicas, o incluso aspectos tan irrelevantes como el estilo de vestir o peinarse. Por lo general se identifican con una estética nazi y disfrutan amenazando gente que no sean como ellos, pero son grupos minoritarios y sin influencia alguna en la mayoría social.
En general la población en República Checa es pacífica, como ocurrió en la llamada Revolución de terciopelo donde se dio una verdadera revolución sin ninguna víctima mortal, y a pesar de que la política no esté en boca de ellos todo el día, o sean especialmente reivindicativos en este sentido, por lo general los checos han aprendido del pasado y aprenden del presente, tiene claros y establecen como prioritarios los valores de paz y respeto. Al margen de la política, que ven como algo alejado a sus posibilidades de elección, se puede decir que los checos sólo quieren seguir viviendo en paz y tranquilidad como ellos y ellas son. Su actitud en general con relación a la política es más bien individual, es decir, es un tema personal y de valores más que ideología política.
El jefe de Estado o Presidente de la República, es elegido en elecciones indirectas por las dos cámaras del Parlamento, durando el mandato presidencial un máximo de 5 años.
El gobierno se forma cada cuatro años en base de los resultados obtenidos en las elecciones (partido ganador en las elecciones o coalición entre los principales partidos ganadores). A la cabeza del gabinete gubernamental se encuentra el Primer Ministro (Presidente del Gobierno), propuesto por las fuerzas políticas ganadoras en las elecciones y ratificado por el Presidente de la República.
El derecho civil esta basado en el sistema austrohúngaro y su sistema legal se encuentra enmarcado en la legislación de la Unión Europea, en la que la República Checa entró en el 2004, momento en el que hubo opiniones de todo tipo, dividiéndose las opiniones a favor y en contra.
Haciendo una generalización, se puede intuir que la población de República Checa está muy desilusionada con la política debido a los años de penurias durante el comunismo, especialmente en las época de mayor autoritarismo. Muchos defienden la filosofía comunista y las ideas del comunismo utópico, pero debido a lo que vivieron, ven en el sistema capitalista un sistema menos autoritario con mayores libertades para la gente. Paralelamente, es muy común ver y escuchar a jóvenes, sobre todo adolescentes, proclamándose capitalistas y enemigos declarados del comunismo, entendiéndolo como una copia desmedida de los valores y estilos de vida norteamericanos.
Por otro lado también es frecuente ver grupos comunistas radicales que reivindican la instauración del régimen comunista de nuevo, sus valores más radicales y su lucha anticapitalista a toda costa. Estos grupos pueden ser numerosos, ya no de adolescentes, si no heterogéneos unificando a gente joven y gente de edad avanzada que opinan que en el comunismo se vivía mejor, había menos problemas y diferencias sociales, etc. con apariencia radical y una actitud que se podría definir como respetuosa pero no pacífica 100%. En general, en Praga sobre todo hay más movimiento político en cuanto a la población se refiere (también a nivel de los propios políticos, evidentemente, ya que se trata de la capital), son frecuentes y numerosas las manifestaciones, siempre pacíficamente, y sociológicamente es aconsejable asistir, ya que es de las pocas ocasiones en las que se puede ver a un checo o una checa gritar y exteriorizar sentimientos colectivamente.
También es significativa la presencia de pequeños grupos de ultra derecha, sobre todo en pequeñas ciudades, pero como sucede con estos grupos, muchos no tienen una ideología clara que les identifique, aunque si una estética y unos cánones de conducta compartidos, de los que no se traducen actitudes respetuosas con la gente de diferentes étnicas, o incluso aspectos tan irrelevantes como el estilo de vestir o peinarse. Por lo general se identifican con una estética nazi y disfrutan amenazando gente que no sean como ellos, pero son grupos minoritarios y sin influencia alguna en la mayoría social.
En general la población en República Checa es pacífica, como ocurrió en la llamada Revolución de terciopelo donde se dio una verdadera revolución sin ninguna víctima mortal, y a pesar de que la política no esté en boca de ellos todo el día, o sean especialmente reivindicativos en este sentido, por lo general los checos han aprendido del pasado y aprenden del presente, tiene claros y establecen como prioritarios los valores de paz y respeto. Al margen de la política, que ven como algo alejado a sus posibilidades de elección, se puede decir que los checos sólo quieren seguir viviendo en paz y tranquilidad como ellos y ellas son. Su actitud en general con relación a la política es más bien individual, es decir, es un tema personal y de valores más que ideología política.
1 comentario:
Felicidades por el bloc! He estado curioseando la carpeta de la República checa (yo también viví allí) y lo he visto muy bién documentado. Soy una gran apasionada del país. Felicidades por la iniciativa!
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