El 59% de la población se describen a si mismos como no-adscritos a ninguna religión en concreto, constituyendo en el norte de Bohemia tres cuartos de la población. El 32,2 % se describe creyente:
- 26’8 % Católicos.
- 1’2 % Evangelistas,
- 1’0 % Husitas Checos
- 3’2 % otros.
En general, la gente del país tiene su propia religión y existe una gran variedad de creencias y respeto entre ellas. Se podría decir que la religión la llevan por dentro, no es algo que proclamen a gritos ni interceda en el día a día, sino algo más personal, íntimo. Es frecuente ver familias en las que sus miembros pertenecen a distintas religiones, y especialmente entre la gente joven se aprecia cierto interés por la religiosidad (religiosidad entendida como unos valores y filosofía compartidos dentro de una comunidad), algo muy distinto a lo que sucede en otros países europeos como España, Francia o Portugal donde la religión dentro de la juventud está perdiendo seguidores. La explicación a esto, según much@s chec@s, viene a raíz del comunismo (una vez más), cuando no se permitía la libertad de religión; mucha gente explica esta vuelta a las creencias religiosas como muestra de esa libertad que tienen hoy en día para creer y practicar la religión que más convenza a cada un@. Si bien es cierto que el catolicismo es de las religiones más practicadas, aunque no es la dominante, ni tiene la fuerza que esta religión tiene en la vecina Polonia. Es también importante la influencia de religiones hindúes en la población checa. En Praga por ejemplo se agrupa una de las mayores comunidades Krishna de Europa.
- 26’8 % Católicos.
- 1’2 % Evangelistas,
- 1’0 % Husitas Checos
- 3’2 % otros.
En general, la gente del país tiene su propia religión y existe una gran variedad de creencias y respeto entre ellas. Se podría decir que la religión la llevan por dentro, no es algo que proclamen a gritos ni interceda en el día a día, sino algo más personal, íntimo. Es frecuente ver familias en las que sus miembros pertenecen a distintas religiones, y especialmente entre la gente joven se aprecia cierto interés por la religiosidad (religiosidad entendida como unos valores y filosofía compartidos dentro de una comunidad), algo muy distinto a lo que sucede en otros países europeos como España, Francia o Portugal donde la religión dentro de la juventud está perdiendo seguidores. La explicación a esto, según much@s chec@s, viene a raíz del comunismo (una vez más), cuando no se permitía la libertad de religión; mucha gente explica esta vuelta a las creencias religiosas como muestra de esa libertad que tienen hoy en día para creer y practicar la religión que más convenza a cada un@. Si bien es cierto que el catolicismo es de las religiones más practicadas, aunque no es la dominante, ni tiene la fuerza que esta religión tiene en la vecina Polonia. Es también importante la influencia de religiones hindúes en la población checa. En Praga por ejemplo se agrupa una de las mayores comunidades Krishna de Europa.
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