La vivienda ha experimentado un espectacular incremento de precio y en esto las empresas españolas son parcialmente culpables. Cuando el mercado inmobiliario español empezó a dar síntomas de agotamiento, las grandes inmobiliarias desembarcaron en Polonia con las carteras a reventar y mediante compras masivas de terrenos contribuyeron al vertiginoso ascenso de los precios.
Varsovia y Cracovia son las ciudades que presentan precios más elevados. Un apartamento moderno está en torno a los 500/600 Euros en Varsovia y este precio sube a medida que nos acercamos al centro. En el resto de ciudades, la subida de precios todavía no es tan marcada y el alquiler baja sensiblemente. En pueblo y zonas rurales los precios, como es fácil imaginar, son francamente baratos.
Por lo general el parque inmobiliario recuerda bastante la época soviética. Horribles bloque de hormigón, todos idénticos, pueblan los barrios del extrarradio polaco. Las zonas céntricas, por su parte, mantienen las construcciones de principios siglo que confieren un encanto especial a las ciudades. Sin embargo, el mal estado de conservación (salvo en los centros históricos) les priva de buena parte de su encanto.
Ojo con los pisos de estudiantes. Polonia como España no destaca especialmente por un generoso programa de becas y los estudiantes, por lo general, tienen que sobrevivir con muy poco dinero. He visitado pisos de estudiantes polacos y la verdad es que nunca había visto escenas de hacinamiento como esas. Infravivienda en estado puro. Así que merece la pena buscar un poco y estar curado de espanto cuando se busque piso.
Los dormitorios de estudiantes pueden ser también una buena alternativa si a uno le gusta el ambiente de hoy fiesta y mañana también. Aunque repito la misma precaución que en el párrafo anterior. Algunos son infames.
Varsovia y Cracovia son las ciudades que presentan precios más elevados. Un apartamento moderno está en torno a los 500/600 Euros en Varsovia y este precio sube a medida que nos acercamos al centro. En el resto de ciudades, la subida de precios todavía no es tan marcada y el alquiler baja sensiblemente. En pueblo y zonas rurales los precios, como es fácil imaginar, son francamente baratos.
Por lo general el parque inmobiliario recuerda bastante la época soviética. Horribles bloque de hormigón, todos idénticos, pueblan los barrios del extrarradio polaco. Las zonas céntricas, por su parte, mantienen las construcciones de principios siglo que confieren un encanto especial a las ciudades. Sin embargo, el mal estado de conservación (salvo en los centros históricos) les priva de buena parte de su encanto.
Ojo con los pisos de estudiantes. Polonia como España no destaca especialmente por un generoso programa de becas y los estudiantes, por lo general, tienen que sobrevivir con muy poco dinero. He visitado pisos de estudiantes polacos y la verdad es que nunca había visto escenas de hacinamiento como esas. Infravivienda en estado puro. Así que merece la pena buscar un poco y estar curado de espanto cuando se busque piso.
Los dormitorios de estudiantes pueden ser también una buena alternativa si a uno le gusta el ambiente de hoy fiesta y mañana también. Aunque repito la misma precaución que en el párrafo anterior. Algunos son infames.
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