17/1/07

Rep.Checa: DIFERENCIAS CULTURALES

En cuanto al espacio, la concepción de las distancias en República Checa está influenciado por la dimensión del país que es más bien reducida si lo comparamos con países como España, Francia o Alemania, por ejemplo, y la dimensión de las ciudades, que exceptuando Praga, son todas bastante pequeñas. Conducir durante una hora es una distancia considerable para ellos. Su geografía también influye en la concepción del espacio físico a la hora de construir y habitar, viviendo la gran mayoría del país en bloques de pequeños apartamentos. La movilidad laboral o para estudiar es muy reducida, entre otras cosas por el gran apego que tiene al lugar donde crecieron. El espacio personal es también reducido, a veces dificultando las relaciones personales. A la hora de comunicarse cara a cara no suelen aproximarse demasiado y no está aceptado invadir ese espacio.

En cuanto al tiempo, la población checa es muy puntual y no entienden fácilmente los desajustes horarios tan típicos en un español. Tiene su académico cuarto de hora pero sobrepasar ese límite es inaceptable en la mayoría de los casos.

Un proverbio checo dice “Cistota pul zdraví”, “la limpieza es la mitad de la salud”, y muestra la importancia que le da la gente a la limpieza y la higiene, más enfocado a su ambiente vital como las casas, donde te tienes que descalzar al entrar. Otra curiosidad relacionada con esto es que el momento de la ducha o el baño es siempre por la noche antes de irse a dormir. Es algo inaceptable pisar a una persona, un sitio reservado para sentarse y apoyar los pies en cualquier lado con calzado puesto.

En un ambiente cerrado o reducido es normal saludar pero no comenzar una conversación. Es completamente normal pasar horas sentados en una misma mesa de un bar por ejemplo, personas que no se conocen sin cruzar ni una sola palabra, pero resultaría de mala educación no decir adiós cuando se levanta. Antes de sentarse en una mesa con desconocidos, se debe pedir permiso.

Es habitual también dejar propina en restaurantes, cafés, taxis, etc.

A la hora de entrar en un bar el hombre suele entrar antes. Y es normal que la gran mayoría del bar sea del sexo masculino y te miren con cierta curiosidad si hay un grupo de chicas, o peor, una chica sola o una chica en un grupo de chicos. Esto es algo muy importante, sobre todo en pueblos, porque el bar, a pesar de estos cánones, es el centro social por excelencia, dónde se reúne la gente, dónde se resuelven los temas de pueblo, donde se hacen reuniones de trabajo, etc.

Habitualmente, algo que puede molestar a un extranjero a la hora de comer en compañía de personas checas, es que nunca se esperan los unos a los otros en la mesa, o se levantan sin que todos hayan acabado, comen deprisa y no suelen dar importancia a los modales en la mesa, no tiene el concepto que se puede dar en España y países similares de comer manteniendo un orden, un tiempo, un ritmo, una conversación...la sobremesa no existe pero siempre se dicen Dobrou chut! (buen apetito) con énfasis.

Al saludar a un amigo/a, conocido/a, etc. es normal dar la mano, al igual que al despedirse o cuando te presenta a otra persona. Besar es algo raro que invade su espacio y puede crear una situación incómoda si no existe una relación de confianza con la persona.

Los deportes más frecuentes son el hockey sobre hielo, el fútbol, el tenis y el voleyball. También es frecuente la práctica de ski y ciclismo, y es algo bastante extendido entre la gente que practiquen un deporte y se junten para ver partidos en directo o en televisión.

La única excusa para no beber en una reunión, cena, etc. es estar tomando antibióticos. Parece algo anecdótico pero es importante saber que si no quieres beber ni parecer desagradecido/a, debes mantener el vaso lleno porque de lo contrario lo rellenarán automáticamente. Beber alcohol es otro de los deportes nacionales, probablemente el más practicado por todos y todas. A ojos de un/a español/a puede llamar la atención que en una familia todos los miembros beban a la comida y a la cena cerveza, desde la hija de 16 años hasta la abuela de 90.

Personalmente y por lo que pude compartir con gente checa y gente extranjera, las mayores virtudes de la población checa son su fino sentido del humor, su facilidad para relativizar la importancia de las cosas y sobre todo, su gran humildad y modestia. A un cumplido personal responderán en vez de con un agradecimiento, con una muestra de desacuerdo. Otros aspectos positivos de su gente es lo mañosos que son para todo, desde épocas del comunismo se educaron para comprar lo menos posible y reutilizar al máximo, y es algo característico que las bolsas de plástico de algunos yogures se reutilicen para confeccionar unas cortinas de ducha, por ejemplo. O que las casas estén decoradas con objetos hechos por la familia, y algo también muy típico es el cariño que le ponen al cuidado de su jardín, tanto en pueblos como en las ciudades, donde siempre reservan una pequeña zona verde para habilitarlo para cuando se vaya el frío .

A primera vista, puede parecer que están traumatizados por el comunismo, todo lo achacan a esta época, su carácter, sus tradiciones, sus propios miedos...pero resulta apasionante escuchar las mil y una historias de la gente durante esa época, las buenas y malas, de las que se puede aprender mucho. En general les encanta explicar su historia y peculiaridades del país a la gente de fuera, aunque no te conozcan de nada si te reconocen extranjera, te pueden parar en la calle a explicar, y como es habitual, aunque intentes decir que no entiendes, hablan muy rápido. Es algo que pasa en la mayoría de países, pero es sorprendente lo que les gusta a la gente de República Checa intente hablar su idioma, debido también a la complejidad del mismo; lo agradecen mucho y les encanta, aunque en el día a día, en su puesto de trabajo, por ejemplo, cuando vas a comprar algo y no te entienden, demuestran poca amabilidad en general.
En su historia más reciente la población de República Checa ha vivido en un ambiente básicamente homogéneo, de lo que puede derivar cierta actitud racista que los propios checos comentan. Dicen que al 45% de la población le gustaría que la población gitana abandonase el país. No es un “racismo filosófico”, no dicen que crean que haya razas o naciones superiores pero derivaría de esa falta de contacto. En algunas ciudades es significativa la presencia de movimiento skinhead pero en general son grupos aislados y reducidos que no tiene muy claras y mucho menos fundamentadas sus ideas y razones como grupo.

Es de destacar el carácter más abierto de la gente de Moravia, hospitalarios donde los haya y sobre todo en los pequeños pueblos, donde la presencia de alguien foráneo resulta evidente y todo el pueblo se vuelca para integrar a la persona en la vida diaria, aunque a la hora de buscar la participación en actividades grupales es muy difícil, teniendo en cuenta que se trata de un estilo de vida, en general, de estar más “de puertas para adentro”, por lo que la “vida social” se hace más dentro de los hogares, algo que ayuda en las relaciones personales y favorece un clima acogedor que se agradece enormemente y evidentemente, facilita el proceso de integración y conocimiento de la cultura del país.
Algo que llama la atención del país es la tranquilidad y el silencio de sus calles, otros sitios públicos y muy especialmente en los medios de transporte, donde no es aconsejable hablar alto y mucho menos silbar en público por muy alegre que nos pueda resultar a los españoles. En el autobús y demás medios de transporte, lo más normal y lo que se espera es que la gente joven ceda su asiento a personas mayores que ellos, aún no siendo de edad avanzada. También es característico el cambio de estilo a la hora de vestir según el contexto. Para asistir a conciertos, teatros o restaurantes, es normal que usen un tipo de ropa más formal, no tanto para trabajar.

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