La República Checa se sitúa en el centro geográfico de Europa, por lo que les sorprende que nos refiramos a éste como uno de “los países del este”. Por su situación estratégica, la antigua Checoslovaquia, y en concreto Praga, fue el centro de peregrinajes, mercadeo e intercambios, por lo que siempre ha sido un camino de cruce de las culturas europeas. Los checos descienden de los eslavos occidentales, como los polacos y los eslovacos.
En la parte oeste del mapa de la República Checa se sitúa la zona de Bohemia, la zona este es Moravia y en el noreste está la zona de Silesia. Entre las distintas zonas del país se pueden apreciar pequeñas diferencias de carácter y tradiciones, si bien la parte de Moravia es la que guarda con más recelo sus tradiciones y costumbres, algo que su gente defiende y de lo que se sienten orgullosos. La comida también varía tímidamente según la región al igual que el clima.
Es un país con un área de 78.866 kilómetros cuadrados que no tiene salida al mar, siendo las distancias hacia los mares más cercanos de 326 kilómetros al Báltico y 322 kilómetros al Adriático y comparte fronteras con Alemania (810 kilómetros), Polonia (762 kilómetros), Austria (466 kilómetros) y Eslovaquia (265 kilómetros). La punta más alta de la elevación es el pico de la Snezka (1.602 m sobre nivel del mar) y la punta más baja es Hrensko cerca al lugar dónde el río Labe (Elbe) sale del territorio checo (117 m sobre nivel del mar).
Descripción de los símbolos nacionales
La bandera tricolor checa está compuesta por una franja blanca en la parte superior, una franja roja en la parte inferior y por una cuña azul. Originalmente se había propuesto que tuviera sólo dos colores, una franja blanca y una roja, pero como esos son los colores de las banderas de Polonia y Austria, se acordó incluir una cuña azul y utilizar el blanco, el rojo y el azul, considerados como colores eslavos.
Las tres partes originales de la corona checa son representadas en el sello nacional por tres crestas: un león con dos colas que representaban Bohemia, uno rojo y blanco checo, el águila que representaba Moravia y un águila negra de Silesia.
ALGUNOS DATOS SOBRE REPÚBLICA CHECA:
Capital: Praga (Praha) (Población: 1.213.800), por la que cruza el río Moldava.
Área: 78.886 Km cuadrados.
Población: 10.230.060
Población en la capital:1 169 106
Densidad demográfica: 131 habitantes / kilómetro cuadrado
Crecimiento de la población: - 2,5 personas por 1 000 habitantes.
Longitud de la frontera del estado: 2.303 kilómetros
Distancia: norte-sur: 278 km; este-oeste: 493 km.
Longitud de la frontera del estado limítrofe con: Alemania: 646; Polonia: 658; Eslovaquia: 214; Austria: 362 km.
Himno Nacional: Kde domov muj (donde está mi hogar)
Zona de tiempo: Tiempo Europeo Central (CET)
Moneda: Koruna (kc) – corona checa 1USD / 34 coronas (Abril, 2002).
REPÚBLICA CHECA REGION POR REGION
A pesar de que el país se divide en esas tres áreas diferenciadas (Bohemia, Moravia y Silesia), hay un total de 13 regiones administrativas (región=Kraj) con sus características propias.
Las regiones son: Bohemia meridional, Moravia meridional, Karlovy vary, Hradec Karlove, liberec, Moravia-Silseia, Olomouc, Parduvice, Bohemia Central, Usti nad Labem, Vy socina y Zlin.
A lo largo de todo el país hay una amplia e interesante oferta de lugares históricos y áreas protegidas. En la región de “Bohemia central” se sitúa Kutna Hora, en la “región de Vysocina” está la pequeña ciudad de Telc y su iglesia de peregrinaje. En la región del “sur de Bohemia” se encuentran las ciudades de Tabor, Cesky Krumlov y una larga lista de lugares que son bastante visitados por turistas que quieren ver algo más que Praga. Es una zona muy bonita, con espacios verdes e importantes reservas y parques naturales, famosa también por balnearios y una belleza única destacada por la UNESCO, donde se puede apreciar un estilo que se puede denominar como un barroco rural de la República Checa.
También se diferencia la “región de Pilsen” (Plzen), famosa especialmente por la cerveza, la “región de Karlovy Vary” donde se concentran en mayor número de balnearios, donde se produce el famoso licor Becherovka y donde es muy típico y comentado pro las gente del país la presencia de turistas provenientes de las repúblicas soviéticas. “La región de Liberec”, destacada por su naturaleza, la de “Ustí nad Labem” por lugares históricos y castillos, la region de “Hradec Karlové”, que tiene un perfil geográfico característico por lo que esa zona se conoce por su agricultura y clima, la “región de Pardubice”, que comparte un lado checo y otro polaco, “región Moravia-norte”, con la montaña de Jesenik y las principales ciudades de Ostrava y Opava y otra es la “región de Zlin”.
En cuanto a la “región de Olomouc”, ésta tiene una gran riqueza en su tradición histórica y numerosos castillos (Bouzov, Velké Losiny...) a las afueras. En la propia ciudad de Olomouc, destacan varias fuentes y plazas de gran extensión, entre las cuales sobresale la plaza mayor que está decorada con la Columna de la Santísima Trinidad, declarada en 2001 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con aproximadamente 50 m. de altura y construida entre 1716 y 1754.
La iglesia más importante es la Catedral de San Wenceslao, junto a la cual se encuentra el Palacio Episcopal. Otro monumento importante en la ciudad es el edificio del ayuntamiento, del siglo XV, con una capilla gótica y un museo dentro, además de la famosa torre, de casi 100 m. de altura, con un precioso y peculiar reloj astronómico que le dan cierto aire de cuento a esta pequeña y acogedora ciudad donde vivió algún tiempo Amadeus Mozart.
Es una ciudad joven y Universitaria, que puede recordar a ciudades españolas como Santiago de Compostela o Salamanca, pero más pequeña y tradicional, sin demasiados turistas alrededor. La Universidad Palacký acoge a varios estudiantes internacionales de varios países europeos y también españoles y en general esta ciudad es un escenario ideal para mezclar la tranquilidad de un pueblo y la amabilidad de su gente con la actividad de una ciudad. Tiene una agenda cultural variada y sobre todo en la plaza del ayuntamiento y toda la zona vieja es habitual es característico que se reúna la gente, aunque en los meses de nieve las calles suelen estar vacías como ocurre en la mayoría de pueblos y ciudades checas.
En cuanto al cómo llegar a Olomouc, es fácilmente accesible en tren. Desde Praga hay trenes aproximadamente cada dos horas, el trayecto dura alrededor de tres horas), desde Viena (3-4 horas, pero no con mucha frecuencia). En relación al transporte público, Olomouc dispone de una buena red. Los tranvías y autobuses siguen un horario muy preciso que viene detallado en cada una de las paradas o disponibles un librito de horarios o en algunos lugares de la ciudad. Puede conseguir el librito con los horarios en la oficina de la empresa de transportes (DPMO), en la plaza Národních Hrdinů. El precio de un billete simple para el núcleo urbano y algunos pueblos de alrededor es de 6 coronas (hasta 20 minutos de trayecto) u 8 coronas (hasta 1 hora ); en ambos casos se permite el trasbordo. Los billetes se pueden comprar en kioscos de periódicos, estancos, oficinas de la empresa de transporte o en máquinas automáticas situadas en algunas paradas. También es posible comprar el billete en los mismos tranvías o autobuses, aunque en este caso el precio sube a las 10 coronas. También es posible adquirir un abono mensual, con un coste de 200 coronas (100 coronas para estudiantes), el abono trimestral es de 510 coronas (250 coronas para estudiantes). Para obtener el abono con descuento de estudiante se necesita una foto tamaño carné y una prueba escrita del estatus del estudiante que podrá conseguir en la oficina de relaciones internacionales de la Universidad. Si le encuentran en un tranvía o un autobús sin un billete válido le multarán con 200 coronas.
La última región es la de “Sur-moravia”, famosa por sus vinos, el carácter alegre y “bonachón” de su gente y las ciudades de Brno, Breclav y Hodonin así como por la cordillera de los Blancos Carpatios que la separan de la vecina Eslovaquia. La capital de esta región es Brno, que después de Praga, es la segunda ciudad más grande de la República Checa, con una población aproximada de 400 000 habitantes, también es una ciudad universitaria, con variedad de actividades y ofertas para el tiempo libre y bien conectada con el resto del país.
PRAGA, EL CORAZÓN DE EUROPA.
Praga, la capital del país, es una ciudad preciosa y con un encanto especial; muchos son los apodos que turistas y pobladores les han dado, como "la ciudad de las cien cúpulas", "la ciudad dorada" o "el corazón de Europa". Está situada en el centro de la región de Bohemia sobre el río Moldava, que la parte a la mitad y se conecta por un total de 18 puentes, siendo el más famoso el puente de Carlos (Karluv most) donde es habitual ver a cientos de turistas durante todo el año cruzando el río ya que conecta la zona vieja de la ciudad con el castillo. Es recomendable pasear por el puente por la noche, no es peligroso y es el único momento para tener una visión tranquila de esta parte.
Resulta muy difícil decir cuál es el estilo arquitectónico que predomina en la ciudad, ya que en un solo paseo puedes encontrar desde monasterios románicos, catedrales góticas, palacios renacentistas, iglesias barrocas y, entre otras, reliquias judías.
Es fácil y práctico moverse en Praga, hay tres líneas de metro que a su vez se conectan con tranvías y buses urbanos, aunque la mejor forma de conocer las distintas partes de Praga es caminando y perdiéndose en sus calles, percibiendo las distintas zonas en las que se separa y la personalidad de cada calle, cada monumento y cada rincón que hacen de Praga esa ciudad mágica e inigualable, aunque a veces, como en la mayoría de capitales europeas, el flujo de turistas y gente frenética rompen el equilibrio que esta ciudad tiene de por si.
Como es lógico, es la ciudad más grande de la República Checa y la más cosmopolita y europea, teniendo en cuenta que el resto del país es eminentemente rural y conservador de sus propias tradiciones. Es muy llamativa la diferencia en el carácter de la gente de Praga y el resto del país, sus rivalidades e incomprensiones y sus diferentes cosmovisiones del propio país. Dentro de República Checa, sólo en Praga puedes encontrar gente de todos los lados del mundo, hay mucha gente joven y tiene un toque bohemio que hace que nunca sepas qué personaje te vas a encontrar a la vuelta de la esquina.
En general se puede decir que es una ciudad segura y tranquila si la comparamos con otras capitales europeas, pero hay que tener cuidado en determinadas zonas (alrededores de la estación de tren principal, aeropuerto, etc.). El alcoholismo es uno de los problemas más importantes en este país, y se puede ver un elevado índice de gente transeúnte, pero generalizando una vez más, no implican un gran peligro para el visitante, como pueden ser, a lo mejor, otros turistas que intentan aprovecharse de visitantes que demuestran derroches de dinero en las calles.
También es la única parte del país donde hay algo que hacer, ver o escuchar a todas horas del día. Ofrece una gran variedad de locales, museos, teatros, restaurantes, etc, asi como hoteles y albergues para todos los gustos y bolsillos.
En Praga está la parte clásica, que no se puede dejar de ver: el castillo, la ciudad vieja, la ciudad judía, las plazas, el museo y el teatro nacional, el puente de Carlos...
Tiene otra parte para observar de lejos el bullicio de la ciudad y pararse a apreciar todo lo que Praga esconde dentro de sus calles: los jardines del castillo y su mirador, las islas del río, los puentes, pequeños lugares emblemáticos como el muro de la paz de John Lenon en el transcurso del Puente de Carlos...
Y también hay cientos de cafés y teterías donde descansar, centros comerciales, así como clubs y famosos locales donde se reúnen todos los turistas y es algo difícil encontrar checos o checas.
En la parte oeste del mapa de la República Checa se sitúa la zona de Bohemia, la zona este es Moravia y en el noreste está la zona de Silesia. Entre las distintas zonas del país se pueden apreciar pequeñas diferencias de carácter y tradiciones, si bien la parte de Moravia es la que guarda con más recelo sus tradiciones y costumbres, algo que su gente defiende y de lo que se sienten orgullosos. La comida también varía tímidamente según la región al igual que el clima.
Es un país con un área de 78.866 kilómetros cuadrados que no tiene salida al mar, siendo las distancias hacia los mares más cercanos de 326 kilómetros al Báltico y 322 kilómetros al Adriático y comparte fronteras con Alemania (810 kilómetros), Polonia (762 kilómetros), Austria (466 kilómetros) y Eslovaquia (265 kilómetros). La punta más alta de la elevación es el pico de la Snezka (1.602 m sobre nivel del mar) y la punta más baja es Hrensko cerca al lugar dónde el río Labe (Elbe) sale del territorio checo (117 m sobre nivel del mar).
Descripción de los símbolos nacionales
La bandera tricolor checa está compuesta por una franja blanca en la parte superior, una franja roja en la parte inferior y por una cuña azul. Originalmente se había propuesto que tuviera sólo dos colores, una franja blanca y una roja, pero como esos son los colores de las banderas de Polonia y Austria, se acordó incluir una cuña azul y utilizar el blanco, el rojo y el azul, considerados como colores eslavos.
Las tres partes originales de la corona checa son representadas en el sello nacional por tres crestas: un león con dos colas que representaban Bohemia, uno rojo y blanco checo, el águila que representaba Moravia y un águila negra de Silesia.
ALGUNOS DATOS SOBRE REPÚBLICA CHECA:
Capital: Praga (Praha) (Población: 1.213.800), por la que cruza el río Moldava.
Área: 78.886 Km cuadrados.
Población: 10.230.060
Población en la capital:1 169 106
Densidad demográfica: 131 habitantes / kilómetro cuadrado
Crecimiento de la población: - 2,5 personas por 1 000 habitantes.
Longitud de la frontera del estado: 2.303 kilómetros
Distancia: norte-sur: 278 km; este-oeste: 493 km.
Longitud de la frontera del estado limítrofe con: Alemania: 646; Polonia: 658; Eslovaquia: 214; Austria: 362 km.
Himno Nacional: Kde domov muj (donde está mi hogar)
Zona de tiempo: Tiempo Europeo Central (CET)
Moneda: Koruna (kc) – corona checa 1USD / 34 coronas (Abril, 2002).
REPÚBLICA CHECA REGION POR REGION
A pesar de que el país se divide en esas tres áreas diferenciadas (Bohemia, Moravia y Silesia), hay un total de 13 regiones administrativas (región=Kraj) con sus características propias.
Las regiones son: Bohemia meridional, Moravia meridional, Karlovy vary, Hradec Karlove, liberec, Moravia-Silseia, Olomouc, Parduvice, Bohemia Central, Usti nad Labem, Vy socina y Zlin.
A lo largo de todo el país hay una amplia e interesante oferta de lugares históricos y áreas protegidas. En la región de “Bohemia central” se sitúa Kutna Hora, en la “región de Vysocina” está la pequeña ciudad de Telc y su iglesia de peregrinaje. En la región del “sur de Bohemia” se encuentran las ciudades de Tabor, Cesky Krumlov y una larga lista de lugares que son bastante visitados por turistas que quieren ver algo más que Praga. Es una zona muy bonita, con espacios verdes e importantes reservas y parques naturales, famosa también por balnearios y una belleza única destacada por la UNESCO, donde se puede apreciar un estilo que se puede denominar como un barroco rural de la República Checa.
También se diferencia la “región de Pilsen” (Plzen), famosa especialmente por la cerveza, la “región de Karlovy Vary” donde se concentran en mayor número de balnearios, donde se produce el famoso licor Becherovka y donde es muy típico y comentado pro las gente del país la presencia de turistas provenientes de las repúblicas soviéticas. “La región de Liberec”, destacada por su naturaleza, la de “Ustí nad Labem” por lugares históricos y castillos, la region de “Hradec Karlové”, que tiene un perfil geográfico característico por lo que esa zona se conoce por su agricultura y clima, la “región de Pardubice”, que comparte un lado checo y otro polaco, “región Moravia-norte”, con la montaña de Jesenik y las principales ciudades de Ostrava y Opava y otra es la “región de Zlin”.
En cuanto a la “región de Olomouc”, ésta tiene una gran riqueza en su tradición histórica y numerosos castillos (Bouzov, Velké Losiny...) a las afueras. En la propia ciudad de Olomouc, destacan varias fuentes y plazas de gran extensión, entre las cuales sobresale la plaza mayor que está decorada con la Columna de la Santísima Trinidad, declarada en 2001 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, con aproximadamente 50 m. de altura y construida entre 1716 y 1754.
La iglesia más importante es la Catedral de San Wenceslao, junto a la cual se encuentra el Palacio Episcopal. Otro monumento importante en la ciudad es el edificio del ayuntamiento, del siglo XV, con una capilla gótica y un museo dentro, además de la famosa torre, de casi 100 m. de altura, con un precioso y peculiar reloj astronómico que le dan cierto aire de cuento a esta pequeña y acogedora ciudad donde vivió algún tiempo Amadeus Mozart.
Es una ciudad joven y Universitaria, que puede recordar a ciudades españolas como Santiago de Compostela o Salamanca, pero más pequeña y tradicional, sin demasiados turistas alrededor. La Universidad Palacký acoge a varios estudiantes internacionales de varios países europeos y también españoles y en general esta ciudad es un escenario ideal para mezclar la tranquilidad de un pueblo y la amabilidad de su gente con la actividad de una ciudad. Tiene una agenda cultural variada y sobre todo en la plaza del ayuntamiento y toda la zona vieja es habitual es característico que se reúna la gente, aunque en los meses de nieve las calles suelen estar vacías como ocurre en la mayoría de pueblos y ciudades checas.
En cuanto al cómo llegar a Olomouc, es fácilmente accesible en tren. Desde Praga hay trenes aproximadamente cada dos horas, el trayecto dura alrededor de tres horas), desde Viena (3-4 horas, pero no con mucha frecuencia). En relación al transporte público, Olomouc dispone de una buena red. Los tranvías y autobuses siguen un horario muy preciso que viene detallado en cada una de las paradas o disponibles un librito de horarios o en algunos lugares de la ciudad. Puede conseguir el librito con los horarios en la oficina de la empresa de transportes (DPMO), en la plaza Národních Hrdinů. El precio de un billete simple para el núcleo urbano y algunos pueblos de alrededor es de 6 coronas (hasta 20 minutos de trayecto) u 8 coronas (hasta 1 hora ); en ambos casos se permite el trasbordo. Los billetes se pueden comprar en kioscos de periódicos, estancos, oficinas de la empresa de transporte o en máquinas automáticas situadas en algunas paradas. También es posible comprar el billete en los mismos tranvías o autobuses, aunque en este caso el precio sube a las 10 coronas. También es posible adquirir un abono mensual, con un coste de 200 coronas (100 coronas para estudiantes), el abono trimestral es de 510 coronas (250 coronas para estudiantes). Para obtener el abono con descuento de estudiante se necesita una foto tamaño carné y una prueba escrita del estatus del estudiante que podrá conseguir en la oficina de relaciones internacionales de la Universidad. Si le encuentran en un tranvía o un autobús sin un billete válido le multarán con 200 coronas.
La última región es la de “Sur-moravia”, famosa por sus vinos, el carácter alegre y “bonachón” de su gente y las ciudades de Brno, Breclav y Hodonin así como por la cordillera de los Blancos Carpatios que la separan de la vecina Eslovaquia. La capital de esta región es Brno, que después de Praga, es la segunda ciudad más grande de la República Checa, con una población aproximada de 400 000 habitantes, también es una ciudad universitaria, con variedad de actividades y ofertas para el tiempo libre y bien conectada con el resto del país.
PRAGA, EL CORAZÓN DE EUROPA.
Praga, la capital del país, es una ciudad preciosa y con un encanto especial; muchos son los apodos que turistas y pobladores les han dado, como "la ciudad de las cien cúpulas", "la ciudad dorada" o "el corazón de Europa". Está situada en el centro de la región de Bohemia sobre el río Moldava, que la parte a la mitad y se conecta por un total de 18 puentes, siendo el más famoso el puente de Carlos (Karluv most) donde es habitual ver a cientos de turistas durante todo el año cruzando el río ya que conecta la zona vieja de la ciudad con el castillo. Es recomendable pasear por el puente por la noche, no es peligroso y es el único momento para tener una visión tranquila de esta parte.
Resulta muy difícil decir cuál es el estilo arquitectónico que predomina en la ciudad, ya que en un solo paseo puedes encontrar desde monasterios románicos, catedrales góticas, palacios renacentistas, iglesias barrocas y, entre otras, reliquias judías.
Es fácil y práctico moverse en Praga, hay tres líneas de metro que a su vez se conectan con tranvías y buses urbanos, aunque la mejor forma de conocer las distintas partes de Praga es caminando y perdiéndose en sus calles, percibiendo las distintas zonas en las que se separa y la personalidad de cada calle, cada monumento y cada rincón que hacen de Praga esa ciudad mágica e inigualable, aunque a veces, como en la mayoría de capitales europeas, el flujo de turistas y gente frenética rompen el equilibrio que esta ciudad tiene de por si.
Como es lógico, es la ciudad más grande de la República Checa y la más cosmopolita y europea, teniendo en cuenta que el resto del país es eminentemente rural y conservador de sus propias tradiciones. Es muy llamativa la diferencia en el carácter de la gente de Praga y el resto del país, sus rivalidades e incomprensiones y sus diferentes cosmovisiones del propio país. Dentro de República Checa, sólo en Praga puedes encontrar gente de todos los lados del mundo, hay mucha gente joven y tiene un toque bohemio que hace que nunca sepas qué personaje te vas a encontrar a la vuelta de la esquina.
En general se puede decir que es una ciudad segura y tranquila si la comparamos con otras capitales europeas, pero hay que tener cuidado en determinadas zonas (alrededores de la estación de tren principal, aeropuerto, etc.). El alcoholismo es uno de los problemas más importantes en este país, y se puede ver un elevado índice de gente transeúnte, pero generalizando una vez más, no implican un gran peligro para el visitante, como pueden ser, a lo mejor, otros turistas que intentan aprovecharse de visitantes que demuestran derroches de dinero en las calles.
También es la única parte del país donde hay algo que hacer, ver o escuchar a todas horas del día. Ofrece una gran variedad de locales, museos, teatros, restaurantes, etc, asi como hoteles y albergues para todos los gustos y bolsillos.
En Praga está la parte clásica, que no se puede dejar de ver: el castillo, la ciudad vieja, la ciudad judía, las plazas, el museo y el teatro nacional, el puente de Carlos...
Tiene otra parte para observar de lejos el bullicio de la ciudad y pararse a apreciar todo lo que Praga esconde dentro de sus calles: los jardines del castillo y su mirador, las islas del río, los puentes, pequeños lugares emblemáticos como el muro de la paz de John Lenon en el transcurso del Puente de Carlos...
Y también hay cientos de cafés y teterías donde descansar, centros comerciales, así como clubs y famosos locales donde se reúnen todos los turistas y es algo difícil encontrar checos o checas.
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