Para el desayuno suelen tomar té, a veces café o cacao con pan oscuro con frutos secos (pipas, pistachos, sésamo...) y los rollos de pan blanco (rohlik) que se ven en todas las panaderías y tiendas de alimentación.
Los platos son siempre muy completos,(en general se come mucho) por lo que se suele hacer sólo dos comidas diarias, siendo la más importante entre las 12 y las 14 horas.
Como primer plato es normal una sopa, crema o algo más ligero. Es muy típico la “bramboracka”, como una crema de patatas y setas.
De segundo, en un menú típico checo, nunca falta la carne y las patatas con alguna variedad en el tipo de salsa. Un/a vegetariano/a se puede dar por satisfecho si puede optar por el tradicional y sabroso “smazeny syr”(queso frito).
Y de postre, tienen gran variedad de dulces elaborados con frutos del bosque, y es muy típico el “palacinky”, como creps o pancakes que toman de postre con mermelada o frutas.
Después de un menú 100% checo es difícil quedarse con hambre por el resto del día.
La bebida nacional por excelencia es la cerveza, lo primero que se aprende es Jedna piva, prosim!”(una cerveza por favor!). Hay que pedirla Velka (grande)o Mala (pequeña), si no dices nada te ponen la jarra grande directamente. República Checa es de los principales exportadores de cerveza del mundo y también consumidores, de hecho es de las principales fuentes de riqueza del país, y es donde se beben más litros por cabeza en todo el mundo. A las afueras de las ciudades se pueden ver extensos campos de cebada y lúpulo. Una imagen muy típica, tanto en las ciudades como en los pueblos pequeños es ver a todo el pueblo a partir de una hora (en muchas ocasiones incluso ya por la mañana) reunidos o solos en el bar, algunos durmiendo, otros bebiendo solos y otros con cierta mirada alegre fruto de la omnipresente cerveza. El grado de alcohol es algo más alto de lo que estamos acostumbrados en España. Los mejores sitios para probar cerveza checa son los “hospoda”, tabernas donde la cerveza es lo más habitual durante todo el día.
El vino también es bueno y frecuente, especialmente en Moravia, donde hay muchas bodegas subterráneas donde hacen y conservan el vino y abren sus puertas a visitantes para hacer degustaciones del vino tinto (cervené) o blanco (bílé) provenientes de viñedos locales. Además en estas bodegas subterráneas antiguas son frecuentes las historias de personas o varios miembros de una misma familia o una aldea que se escondían ahí en épocas de guerra.
La comida nacional es la carne. El buen checo, como dicen, come carne y bebe cerveza. Si es de Moravia, tiene que beber, además, Slivovice (licor de hierbas casero extra fuerte al que también atribuyen propiedades curativas para la afonía, el estómago y en general todos los malestares). En esta zona muchos hombres son cazadores, y resulta una falta de respeto no comer carne si te invitan a sus hogares o no beber su licor. En Bohemia es más típico que se beba Becherovca (alcohol fuerte con un ligero toque a canela que ayuda ala digestión y frena los resfriados y hasta la depresión).
Para comer fuera de casa, lo más habitual y práctico que suelen comer es el “párek”, una salchicha con o sin pan. También suele comerse “goulash”, (como una masa de pizza con sabor a ajo y queso frito en aceite), que aunque sea tradicionalmente de Hungría, está muy extendido en República Checa.
En el sur de Moravia hay un pequeño fruto, el oskeruce, con un amargo sabor al que también se le atribuyen propiedades curativas, del que se hace Oskerusovice, licor de esa fruta todavía mas fuerte que el slivovice. En todo el país también hay el “merunkovice”(licor de melocotón).
Sólo en las ciudades hay variedad de restaurantes vegetarianos, especialmente en Praga y las principales ciudades se pueden encontrar restaurantes Govinda, siempre vegetarianos y en muchos casos con platos macrobióticos.
También es habitual que haya restaurantes vietnamitas en la mayoría de ciudades y pueblos grandes donde comer no resulta caro.
Algo que no se puede dejar de probar son los Zmrlina, helados, muy baratos (sobre 20 coronas) y ricos, peor sólo en época de buen tiempo.
En las ciudades, incluso en las más pequeñas, es habitual que haya varias tiendas de productos orgánicos y naturistas, que está más extendido que en España. El consumo de té es muy tradicional, no tanto el café. Son productores también de ricas infusiones, especialmente en la zona de Moravia donde se hacen tés muy ricos de hierbas distintas provenientes de los Blancos Carpatios, además de la zona de Hradec Karlove, que también producen infusiones ricas y sin manipularlas. Algo también tradicional relacionado con el té son los salones de té, Cjovnas, teterías con todo tipo de tés e infusiones con originales decorados y un ambiente muy tranquilo. Generalmente está atendido por gente que han viajado mucho, especialmente por India y Oriente. Son también salas donde se pueden consumir alimentos, aunque tienen prohibido elaborar platos, suelen ofrecer comidas para la cual no se necesite mucho tiempo ni preparación, como cous cous o distintos tipos de arroces para lo que necesitan sólo agua caliente. También suelen ofrecer dulces que normalmente son típicos de otros países, puedes encontrar dulces con frutos secos de los países balcánicos, de Marruecos, la India, etc. Todas las cajovnas tienen un olor característico, mezcla de las hierbas y especias que se utilizan en la elaboración de los distintos tés. La primera vez que se visita una Cajovna es aconsejable escuchar y observar el ritual y las explicaciones que el propietario hace para servirlo. Cada té tiene su tiempo de reposo, de hervor y la mayoría de la gente lo respeta y tiene en cuenta a la hora de tomar té, tanto dentro como fuera de las Cajovnas.
Los platos son siempre muy completos,(en general se come mucho) por lo que se suele hacer sólo dos comidas diarias, siendo la más importante entre las 12 y las 14 horas.
Como primer plato es normal una sopa, crema o algo más ligero. Es muy típico la “bramboracka”, como una crema de patatas y setas.
De segundo, en un menú típico checo, nunca falta la carne y las patatas con alguna variedad en el tipo de salsa. Un/a vegetariano/a se puede dar por satisfecho si puede optar por el tradicional y sabroso “smazeny syr”(queso frito).
Y de postre, tienen gran variedad de dulces elaborados con frutos del bosque, y es muy típico el “palacinky”, como creps o pancakes que toman de postre con mermelada o frutas.
Después de un menú 100% checo es difícil quedarse con hambre por el resto del día.
La bebida nacional por excelencia es la cerveza, lo primero que se aprende es Jedna piva, prosim!”(una cerveza por favor!). Hay que pedirla Velka (grande)o Mala (pequeña), si no dices nada te ponen la jarra grande directamente. República Checa es de los principales exportadores de cerveza del mundo y también consumidores, de hecho es de las principales fuentes de riqueza del país, y es donde se beben más litros por cabeza en todo el mundo. A las afueras de las ciudades se pueden ver extensos campos de cebada y lúpulo. Una imagen muy típica, tanto en las ciudades como en los pueblos pequeños es ver a todo el pueblo a partir de una hora (en muchas ocasiones incluso ya por la mañana) reunidos o solos en el bar, algunos durmiendo, otros bebiendo solos y otros con cierta mirada alegre fruto de la omnipresente cerveza. El grado de alcohol es algo más alto de lo que estamos acostumbrados en España. Los mejores sitios para probar cerveza checa son los “hospoda”, tabernas donde la cerveza es lo más habitual durante todo el día.
El vino también es bueno y frecuente, especialmente en Moravia, donde hay muchas bodegas subterráneas donde hacen y conservan el vino y abren sus puertas a visitantes para hacer degustaciones del vino tinto (cervené) o blanco (bílé) provenientes de viñedos locales. Además en estas bodegas subterráneas antiguas son frecuentes las historias de personas o varios miembros de una misma familia o una aldea que se escondían ahí en épocas de guerra.
La comida nacional es la carne. El buen checo, como dicen, come carne y bebe cerveza. Si es de Moravia, tiene que beber, además, Slivovice (licor de hierbas casero extra fuerte al que también atribuyen propiedades curativas para la afonía, el estómago y en general todos los malestares). En esta zona muchos hombres son cazadores, y resulta una falta de respeto no comer carne si te invitan a sus hogares o no beber su licor. En Bohemia es más típico que se beba Becherovca (alcohol fuerte con un ligero toque a canela que ayuda ala digestión y frena los resfriados y hasta la depresión).
Para comer fuera de casa, lo más habitual y práctico que suelen comer es el “párek”, una salchicha con o sin pan. También suele comerse “goulash”, (como una masa de pizza con sabor a ajo y queso frito en aceite), que aunque sea tradicionalmente de Hungría, está muy extendido en República Checa.
En el sur de Moravia hay un pequeño fruto, el oskeruce, con un amargo sabor al que también se le atribuyen propiedades curativas, del que se hace Oskerusovice, licor de esa fruta todavía mas fuerte que el slivovice. En todo el país también hay el “merunkovice”(licor de melocotón).
Sólo en las ciudades hay variedad de restaurantes vegetarianos, especialmente en Praga y las principales ciudades se pueden encontrar restaurantes Govinda, siempre vegetarianos y en muchos casos con platos macrobióticos.
También es habitual que haya restaurantes vietnamitas en la mayoría de ciudades y pueblos grandes donde comer no resulta caro.
Algo que no se puede dejar de probar son los Zmrlina, helados, muy baratos (sobre 20 coronas) y ricos, peor sólo en época de buen tiempo.
En las ciudades, incluso en las más pequeñas, es habitual que haya varias tiendas de productos orgánicos y naturistas, que está más extendido que en España. El consumo de té es muy tradicional, no tanto el café. Son productores también de ricas infusiones, especialmente en la zona de Moravia donde se hacen tés muy ricos de hierbas distintas provenientes de los Blancos Carpatios, además de la zona de Hradec Karlove, que también producen infusiones ricas y sin manipularlas. Algo también tradicional relacionado con el té son los salones de té, Cjovnas, teterías con todo tipo de tés e infusiones con originales decorados y un ambiente muy tranquilo. Generalmente está atendido por gente que han viajado mucho, especialmente por India y Oriente. Son también salas donde se pueden consumir alimentos, aunque tienen prohibido elaborar platos, suelen ofrecer comidas para la cual no se necesite mucho tiempo ni preparación, como cous cous o distintos tipos de arroces para lo que necesitan sólo agua caliente. También suelen ofrecer dulces que normalmente son típicos de otros países, puedes encontrar dulces con frutos secos de los países balcánicos, de Marruecos, la India, etc. Todas las cajovnas tienen un olor característico, mezcla de las hierbas y especias que se utilizan en la elaboración de los distintos tés. La primera vez que se visita una Cajovna es aconsejable escuchar y observar el ritual y las explicaciones que el propietario hace para servirlo. Cada té tiene su tiempo de reposo, de hervor y la mayoría de la gente lo respeta y tiene en cuenta a la hora de tomar té, tanto dentro como fuera de las Cajovnas.
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