UNIFICACIÓN DE LOS REINOS DE NORUEGA
Los pequeños reinos de Noruega se unificaron bajo un único dominio aproximadamente en el año 885 d.C. por el Rey vikingo Harald Haarfagre (Cabello hermoso). El cristianismo se introdujo justo después del año 1000 d.C. En el siglo XIII, Noruega se convirtió en una región poderosa bajo el reinado de Håkon Håkonson. Después de 1319, Noruega perdió su independencia y en 1380 se unió con Dinamarca durante más de cuatro siglos.
PERÍODO DE UNIÓN ENTRE NORUEGA Y DINAMARCA
La Baja Edad Media fue un periodo de marcado descenso económico en Noruega. La población se diezmó con la peste y otras enfermedades a lo largo del siglo XIV. Muchas granjas en áreas marginales quedaron desiertas y los ingresos disminuyeron. Algunos historiadores sostienen que las causas de esta tendencia a la baja fueron un empeoramiento del clima y el dominio de la Liga Hanseática en la economía noruega. Otros creen que el deterioro se debe a un empobrecimiento progresivo del suelo.
La depresión económica tuvo implicaciones políticas. Dinamarca fue adquiriendo mayor importancia como el país nórdico líder. La nobleza danesa y alemana ocupaba los cargos oficiales más altos. Las tierras y las residencias episcopales pasaron a manos extranjeras. La nobleza noruega desapareció. La capacidad de los noruegos para autoafirmarse como país se fue minando gradualmente.
Desde 1450, la unión con Dinamarca se estableció mediante tratado – un tratado supuestamente estipulado para asegurar el poder del Consejo Noruego del Reino en caso de que se eligiera un monarca – aunque nunca se respetó. El tratado también servía para garantizar la igualdad entre los dos reinos: pero sólo en la teoría, pues en la práctica fue otra cosa muy distinta.
En 1536 Noruega dejó de ser un reino independiente. Esto ocurrió como consecuencia de una asamblea nacional en Copenhague, donde el rey Christian III juró ante la nobleza danesa que Noruega en lo sucesivo se subordinaría a la Corona danesa, como cualquier otra posesión danesa. El Consejo Noruego del Reino se disolvió, y la iglesia noruega perdió su autonomía. De esta forma, la nobleza danesa tenía libertad para tomar cualquier posesión como agentes de la ley en Noruega y podían, a su vez, obtener ingresos de ese país.
Este acercamiento político con Dinamarca llevó inevitablemente a Noruega a las guerras que Dinamarca mantuvo con Suecia y con las potencias marítimas del mar Báltico, lo que provocó que Dinamarca tuviera que ceder tierras noruegas a Suecia: Jämtland y Hejedalen en 1645, Båhuslän y el feudo de Trondheim en 1658. El último, sin embargo, fue devuelto a Noruega dos años después.
Una asamblea de Estados Generales en Copenhague en 1660 proclamó a Fredrik III heredero del trono y le asignó la tarea de dar a los reinos una nueva constitución. Así, los dos reinos estaban sujetos a una monarquía absoluta, un factor que afectó la posición de Noruega a lo largo del periodo restante de unión entre los dos países. Aunque Noruega estaba gobernada desde Copenhague, el monarca no se encontraba, con frecuencia, en posición de gobernar. El poder real recaía en los oficiales del estado. Noruega se aprovechó de ello, pues muchos oficiales empezaron a entender los puntos de vista de los noruegos. Las opiniones de los oficiales superiores noruegos eran a menudo respetadas en asuntos relacionados, en particular con Noruega.
Durante este periodo de gobierno absoluto, se siguió una política en la que Dinamarca y Noruega tenían que ser tratadas como una sola unidad económica. Así, se le adjudicó a Dinamarca derechos exclusivos en la venta de grano, en el sur de Noruega (1737), mientras que en Dinamarca se introducía el correspondiente monopolio sobre las ventas de hierro proveniente de Noruega. Con la introducción de privilegios en el comercio de las ciudades en 1662, todos los comercios de madera estaban concentrados en la ciudad, donde los habitantes tenían derechos exclusivos para comprar madera a los granjeros y a los propietarios de aserraderos. La intención era crear una clase media acaudalada en la ciudad, un objetivo que acabó cumpliéndose.
La clase media que emergió como consecuencia del desarrollo económico plantó la semilla de una creciente conciencia nacional, que se hizo perceptible en el siglo XVIII. Aunque esto se debió al fuerte crecimiento económico de la clase social, el factor decisivo fue una creciente resistencia a los esfuerzos de los gobernantes de hacer de Copenhague el centro económico de los dos países. Los comerciantes noruegos no podían competir con las poderosas empresas de la capital danesa.
A finales del siglo XVIII la mayoría de las importaciones se embarcaban en Copenhague. Los vendedores de madera del sureste de Noruega presentaron una demanda unificada para crear un banco nacional noruego, a la vez que mantenían las demandas de los oficiales superiores para crear una universidad noruega. Estas demandas fueron rechazadas, pues el gobierno temía cualquier movimiento que pudiera aumentar la autonomía de Noruega, y así perjudicar difundir la fuerza de la unión. El concepto de una universidad noruega y un banco noruego simbolizó gradualmente la creciente conciencia nacional.
La tendencia se aceleró durante las Guerras Napoleónicas de 1807-1814. Dinamarca / Noruega eran aliados de Francia, y el bloqueo resultante aisló a Noruega de Dinamarca y del mercado. El transporte marítimo y las exportaciones de madera se interrumpieron y la tierra fue asolada por el hambre. Como Noruega ya no podía ser administrada desde Copenhague, se nombró una comisión de gobierno de oficiales superiores para llevar a cabo esta misión. El rey Fredrik VI accedió a las demandas de una universidad nacional, que se creó en 1811. Todos estos acontecimientos formaron el telón de fondo de lo que acabaría sucediendo en 1814.
PERÍODO DE UNIÓN ENTRE NORUEGA Y SUECIA
Durante los años inmediatamente posteriores a 1814, el recién organizado Estado combatió repetidamente por su existencia. Noruega fue alcanzada por la peor depresión económica que nunca había sufrido. El mercado común con Dinamarca se interrumpió y el mercado británico se cerró a la madera noruega. Las minas y los aserraderos perdieron la clientela extranjera. Muchos ciudadanos de clase media alta del sudeste de Noruega fueron a la bancarrota. La crisis fue dura y larga.
Desde la década de 1830, Noruega disfrutó e un periodo de bonanza económica, lo que aumentó las peticiones para un comercio más libre y para la regulación de aduanas. Los derechos de la industria se extendieron y los aranceles aduaneros adoptaron el libre comercio. A su vez y, en otro sentido, Noruega comenzó a tomar parte en el desarrollo general de Europa. En 1854 se tendió la primera línea férrea, entre Oslo y Eidsvoll. Se instalaron líneas telegráficas y nuevos métodos de administración se introdujeron en la agricultura.
En la década de 1840, se sentaron las bases para la industria moderna de Noruega, con el establecimiento de las primeras factorías textiles y talleres mecánicos. Entre 1850 y 1880, el tamaño de la flota mercante noruega aumentó de manera vertiginosa.
Al desarrollo económico siguió una intensificación de la lucha de clases. Las llamadas a la reforma democrática se hicieron oír.
En el Storting (Parlamento noruego) se fue incrementando gradualmente el antagonismo entre los representantes de los funcionarios de mayor edad, que se ocupaban de la administración, y los delegados de los granjeros y los radicales. Los granjeros estuvieron en mayoría tan pronto como en 1833. En 1859, el primer intento de crear una organización de partidos fue infructuoso, pero diez años después se creó el primer bloque liberal. El primer partido político noruego, el radical Partido Liberal, se creó en 1884 y su contrincante político, el Partido Conservador, varios meses después.
El resentimiento hacia la monarquía sueca se hizo pronto evidente dentro de la unión, sobre todo porque la política exterior se organizaba en su totalidad desde Estocolmo. En 1827, el Storting pidió al rey que el Primer Ministro noruego pudiera tomar parte en cuestiones diplomáticas. Se hicieron otras propuestas, como la bandera mercante propia de Noruega, para promover la igualdad en la unión.
La verdadera y principal lucha contra la monarquía sueca, sin embargo, estaba unida a la introducción del parlamentarismo, el principio constitucional de que un gobierno debe tener el apoyo del Parlamento nacional para permanecer en el poder. Como condición para ello, el Storting propuso unas enmiendas a la Constitución en 1874, 1879 y 1880, permitiendo a los ministros acceder a las sesiones del Storting. En todas las ocasiones el Rey rehusó firmar la propuesta.
Eso planteó la cuestión sobre si las enmiendas a la Constitución necesitaban, de hecho, el consentimiento del rey y del Storting. El gobierno y los representantes conservadores dijeron que sí, pero los liberales estaban determinados a llegar al punto decisivo y llevar el asunto a su desenlace mediante un proceso de acusación de incapacidad y alta traición (impeachment). Tras una campaña electoral de 1882, los liberales consiguieron 82 representantes para el Storting y los conservadores, 32. El gobierno del Primer Ministro Selmer fue sometido a un proceso de incapacidad, y en 1884 obligado a la pérdida parcial del cargo, ante todo por haber aconsejado al rey la no aprobación de las enmiendas constitucionales. Tras un periodo de gobierno conservador interino, el rey no encontró otra opción que pedir al líder liberal, Johan Sverdrup, que ocupara el cargo de Primer Ministro. Por fin, el parlamentarismo había triunfado en Noruega.
Hacia finales de siglo, la oposición a la unión se intensificó. Una petición sueca de que el Ministro de Asuntos Exteriores debía ser sueco, y la petición noruega de tener sus propios consulados encendieron amargos desacuerdos. Las tropas suecas impidieron a los noruegos llevar a cabo sus deseos. Los noruegos, por su parte, dedicaron los años finales del siglo a fortalecer su poder militar.
Definitivamente, el asunto del consulado fue el desencadenante del conflicto final entre los dos países. El 11 de marzo de 1905 se formó el gobierno del Primer Ministro Michelsen para impulsar el tema del consulado mediante una actuación unilateral noruega. El 7 de junio el gobierno cedió su poder al Storting. Sin embargo, este pidió al gobierno continuar temporalmente, de acuerdo con la Constitución y la ley vigente “con los cambios necesarios a tenor del hecho consumado de que el rey ha dejado de actuar como rey de Noruega, llevando así al final de la unión entre Noruega y Suecia bajo un solo monarca”.
Suecia pidió negociar las condiciones para la disolución de la unión, así como un plebiscito para aclarar si toda la nación estaba de acuerdo con este cambio. El plebiscito tuvo lugar en agosto de 1905. Un total de 368.392 noruegos votaron por el final de la unión, mientras sólo 184 votaron en contra.
Las negociaciones posteriores con Suecia tuvieron lugar en Karlstad en agosto y septiembre, y éstas concluyeron con éxito con la redacción de un acuerdo para la disolución pacífica de la unión.
NORUEGA
Tras un plebiscito aprobando el establecimiento de la monarquía, el parlamento eligió rey unánimemente al Príncipe Carlos de Dinamarca. Tomó el nombre de Haakon VII, siguiendo el linaje de los reyes de la Noruega independiente.
Noruega se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial, pero como resultado de la invasión de la Alemania nazi y la ocupación de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial, los noruegos se tornaron escépticos ante el concepto de neutralidad. Noruega fue uno de los firmantes del tratado fundador de la OTAN en 1949 y fue un miembro fundador de las Naciones Unidas. Noruega rechazó mediante referéndum su ingreso en la Unión Europea (UE) en dos ocasiones (1972 y 1994), pero se vincula con ella mediante el área de economía Europea.
EL PETROLEO NORUEGO
Al final de la década de los 60 se descubrieron reservas de petróleo en las costas de Noruega, a lo que siguió un periodo de desarrollo económico y técnico que ha dado lugar a algunas de las proezas más impresionantes de la historia de la ingeniería.
Exportación de Energía
Noruega es el séptimo país del mundo productor de petróleo y es el tercer país exportador de crudo. También es la fuente más importante de gas natural de Europa Occidental. Los productos relacionados con el petróleo encabezan la lista de exportaciones noruegas. En 2003 la exportación de crudo y gas natural ascendió a más del 40 por ciento del volumen total de exportaciones de bienes y servicios. Además, la construcción y puesta en funcionamiento de las instalaciones en alta mar más grandes del mundo ha llevado al establecimiento de una notable industria tecnológica en alta mar.
Divulgación de Conocimientos
Las empresas noruegas se encuentran entre las más grandes en cuestión de construcción y volumen de producción en el mar. La cartera de negocios nacional refleja un compromiso para innovar la tecnología que ha llevado a un cambio fundamental en la economía de los yacimientos petrolíferos, como por ejemplo conceptos de desarrollo de técnicas de trasvase del petróleo a tierra y realización de pozos inteligentes. Varias empresas de tecnología que ofrecen un servicio completo no sólo suministran productos y servicios del sector, sino que también se encargan del mantenimiento del yacimiento en su totalidad, desde estudios de viabilidad al diseño, instalación y mantenimiento de centros de producción fijos, flotantes y submarinos.
Laboratorio de Innovación en Alta Mar
El Mar del Norte siempre ha sido una de las regiones de ultramar más importantes del mundo, y en muchos aspectos representa el laboratorio donde se desarrollan y se prueban las nuevas tecnologías. Bien es sabido que empresas como Statoil e Hydro han encontrado aquí campo para pensar en nuevos horizontes. Ejemplos de innovaciones tecnológicas en las que las empresas noruegas han sido pioneras son la perforación en horizontal, sismología en 3D, y tecnología flotante y submarina. En el futuro una mayor atención al recobro mejorado de crudo y una tecnología respetuosa con el medio ambiente ayudarán a asegurar la continua competitividad de la industria petrolífera y de gas noruego.
EL PUEBLO SAMI
El territorio tradicional sami se extiende por cuatro países: Finlandia, Noruega, Rusia y Suecia. El pueblo sami habitaba estas áreas mucho antes del establecimiento de las fronteras entre estados y en Noruega se les reconoce como un pueblo indígena.
No hay cifras exactas sobre la población sami en Noruega, pero se estima entre 60.000 y 100.000. Aproximadamente, entre 15.000 y 25.000 samis viven en Suecia, mientras que hay más de 6.000 en Finlandia y 2.000 en Rusia. Cerca de 11.000 personas se registraron en el padrón electoral sami, que comprende una lista de todo el pueblo sami mayor de 18 años que se hayan registrado para votar y tomar parte en las elecciones para el Sámediggi (Parlamento sami).
El área de granjas de renos abarca los cinco condados más al norte de Noruega y el municipio de Engerdal en la provincia de Hedmark.
Los recursos tradicionales para el sustento del pueblo sami incluyen la agricultura, la caza y la pesca, la ganadería y el duodji, o la artesanía sami.
En el discurso que el rey Harald V pronunció durante la inauguración oficial del Sámediggi (Parlamento sami) en 1977, puso énfasis en que el pueblo sami y los noruegos forman parte integrante de la sociedad noruega, y se disculpó por el modo en que el pueblo sami fue tratado en el pasado: “El estado de Noruega se fundó en el territorio de dos pueblos, el sami y el noruego. La historia sami está íntimamente ligada a la historia noruega. Actualmente, expresamos nuestro pesar en nombre del Estado por la injusticia cometida contra el pueblo sami por la dura política llevada a cabo para la “norueganización”.
A finales del siglo XIX, las autoridades noruegas impusieron una estricta política de norueganización del pueblo sami y de las minorías nacionales. Hacia el final de los años treinta, comenzó a emerger una perspectiva política más positiva hacia las minorías en relación con el pueblo sami. En 1956, el Ministerio de Asuntos Religiosos y Educación nombró un comité para examinar los asuntos del pueblo sami. El informe del comité, completado en 1959, propuso una nueva política que representó un completo cambio con respecto a la norueganización del pueblo sami y la asimilación política. Basándose en estas recomendaciones, el ministro presentó un informe al Storting en 1962-1963, que constituyó la base para el primer debate parlamentario exhaustivo sobre los principios fundamentales que gobiernan la política sami noruega.
Las medidas que se aplicaron a partir de entonces para preservar y desarrollar el acuerdo y la actividad económica en las áreas sami incluyeron la creación del Fondo de Desarrollo Sami en 1974, y la firma del Acuerdo de Reindeer Husbrandy en 1976.
Durante la década de los años ochenta se crearon el Comité de Derechos Sami y el Comité Cultural Sami. Basándose en una propuesta del Comité para los Derechos Sami, se aprobó en 1987 el decreto sobre el Sámediggi y otros asuntos legales sami (el Decreto sami). Las primeras elecciones para el Sámediggi se hicieron junto a las del Parlamento noruego en septiembre de 1989, y la primera sesión del Sámediggi la abrió oficialmente el rey Olav el 7 de octubre del mismo año.
Compensación colectiva e individual
En el año 2000, el Storting creó un fondo del pueblo sami de 75 millones de coronas noruegas (NOK). Los ingresos del fondo deben usarse para el fortalecimiento del idioma y de la cultura sami, y servir de compensación colectiva por el daño y la injusticia inflingidos al pueblo sami por la política de norueganización anterior. El fondo lo administra el Sámediggi.
En junio de 2004, el gobierno noruego presentó un libro blanco en el que proponía una compensación según el esquema de pago ex gratia del Storting al pueblo sami y al pueblo kvens (pueblo de ascendencia finlandesa del Norte), a los que se les privó de la enseñanza como resultado de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia de la ausencia de enseñanza y de la anterior política de norueganización, muchas personas de esta época de los pueblos sami y kvens no aprendieron a leer ni escribir. El proyecto se someterá a posterior deliberación en el Storting.
El objetivo del gobierno de crear un espacio dentro del cual el pueblo sami de Noruega pueda mantener y desarrollar su lengua, cultura y forma de vida está arraigado en el artículo 110a de la Constitución noruega y en las previsiones del Decreto sami. Noruega tiene además el deber de proteger los derechos del pueblo sami a través de la ratificación de varios acuerdos internacionales, en particular el artículo 27 del Convenio de las Naciones Unidas sobre derechos civiles y políticos, y la Convención ILO n.º 169 sobre los pueblos indígenas y tribales en estados independientes. Como pueblo indígena y minoría étnica en cuatro estados diferentes, la población sami necesita y tiene derecho a un estatus especial respecto a las leyes internacionales y nacionales. Noruega reconoce que tiene especial responsabilidad de asegurar el desarrollo de la lengua, la cultura y las estructuras sociales sami.
El Sámediggi
El Sámediggi sirve como primera fuente del gobierno para la inversión y diálogo con respecto a la política sami. El Sámediggi asume también la responsabilidad en labores administrativas e implementación de medidas políticas en ciertas áreas. Un objetivo del gobierno es proporcionar al Sámediggi una influencia y autoridad todavía mayores en asuntos concernientes especialmente a la población sami.
El Sámediggi ha asumido ya la responsabilidad de distribuir las cuotas entre las organizaciones sami, así como para las iniciativas culturales, económicas y lingüísticas. Además, un número de tareas de particular importancia para la cultura sami se transfirieron al Sámediggi desde varios ministerios. De acuerdo con las previsiones del Decreto sami, el Sámediggi goza de un amplio grado de autonomía e influencia en relación con estos asuntos.
Los pequeños reinos de Noruega se unificaron bajo un único dominio aproximadamente en el año 885 d.C. por el Rey vikingo Harald Haarfagre (Cabello hermoso). El cristianismo se introdujo justo después del año 1000 d.C. En el siglo XIII, Noruega se convirtió en una región poderosa bajo el reinado de Håkon Håkonson. Después de 1319, Noruega perdió su independencia y en 1380 se unió con Dinamarca durante más de cuatro siglos.
PERÍODO DE UNIÓN ENTRE NORUEGA Y DINAMARCA
La Baja Edad Media fue un periodo de marcado descenso económico en Noruega. La población se diezmó con la peste y otras enfermedades a lo largo del siglo XIV. Muchas granjas en áreas marginales quedaron desiertas y los ingresos disminuyeron. Algunos historiadores sostienen que las causas de esta tendencia a la baja fueron un empeoramiento del clima y el dominio de la Liga Hanseática en la economía noruega. Otros creen que el deterioro se debe a un empobrecimiento progresivo del suelo.
La depresión económica tuvo implicaciones políticas. Dinamarca fue adquiriendo mayor importancia como el país nórdico líder. La nobleza danesa y alemana ocupaba los cargos oficiales más altos. Las tierras y las residencias episcopales pasaron a manos extranjeras. La nobleza noruega desapareció. La capacidad de los noruegos para autoafirmarse como país se fue minando gradualmente.
Desde 1450, la unión con Dinamarca se estableció mediante tratado – un tratado supuestamente estipulado para asegurar el poder del Consejo Noruego del Reino en caso de que se eligiera un monarca – aunque nunca se respetó. El tratado también servía para garantizar la igualdad entre los dos reinos: pero sólo en la teoría, pues en la práctica fue otra cosa muy distinta.
En 1536 Noruega dejó de ser un reino independiente. Esto ocurrió como consecuencia de una asamblea nacional en Copenhague, donde el rey Christian III juró ante la nobleza danesa que Noruega en lo sucesivo se subordinaría a la Corona danesa, como cualquier otra posesión danesa. El Consejo Noruego del Reino se disolvió, y la iglesia noruega perdió su autonomía. De esta forma, la nobleza danesa tenía libertad para tomar cualquier posesión como agentes de la ley en Noruega y podían, a su vez, obtener ingresos de ese país.
Este acercamiento político con Dinamarca llevó inevitablemente a Noruega a las guerras que Dinamarca mantuvo con Suecia y con las potencias marítimas del mar Báltico, lo que provocó que Dinamarca tuviera que ceder tierras noruegas a Suecia: Jämtland y Hejedalen en 1645, Båhuslän y el feudo de Trondheim en 1658. El último, sin embargo, fue devuelto a Noruega dos años después.
Una asamblea de Estados Generales en Copenhague en 1660 proclamó a Fredrik III heredero del trono y le asignó la tarea de dar a los reinos una nueva constitución. Así, los dos reinos estaban sujetos a una monarquía absoluta, un factor que afectó la posición de Noruega a lo largo del periodo restante de unión entre los dos países. Aunque Noruega estaba gobernada desde Copenhague, el monarca no se encontraba, con frecuencia, en posición de gobernar. El poder real recaía en los oficiales del estado. Noruega se aprovechó de ello, pues muchos oficiales empezaron a entender los puntos de vista de los noruegos. Las opiniones de los oficiales superiores noruegos eran a menudo respetadas en asuntos relacionados, en particular con Noruega.
Durante este periodo de gobierno absoluto, se siguió una política en la que Dinamarca y Noruega tenían que ser tratadas como una sola unidad económica. Así, se le adjudicó a Dinamarca derechos exclusivos en la venta de grano, en el sur de Noruega (1737), mientras que en Dinamarca se introducía el correspondiente monopolio sobre las ventas de hierro proveniente de Noruega. Con la introducción de privilegios en el comercio de las ciudades en 1662, todos los comercios de madera estaban concentrados en la ciudad, donde los habitantes tenían derechos exclusivos para comprar madera a los granjeros y a los propietarios de aserraderos. La intención era crear una clase media acaudalada en la ciudad, un objetivo que acabó cumpliéndose.
La clase media que emergió como consecuencia del desarrollo económico plantó la semilla de una creciente conciencia nacional, que se hizo perceptible en el siglo XVIII. Aunque esto se debió al fuerte crecimiento económico de la clase social, el factor decisivo fue una creciente resistencia a los esfuerzos de los gobernantes de hacer de Copenhague el centro económico de los dos países. Los comerciantes noruegos no podían competir con las poderosas empresas de la capital danesa.
A finales del siglo XVIII la mayoría de las importaciones se embarcaban en Copenhague. Los vendedores de madera del sureste de Noruega presentaron una demanda unificada para crear un banco nacional noruego, a la vez que mantenían las demandas de los oficiales superiores para crear una universidad noruega. Estas demandas fueron rechazadas, pues el gobierno temía cualquier movimiento que pudiera aumentar la autonomía de Noruega, y así perjudicar difundir la fuerza de la unión. El concepto de una universidad noruega y un banco noruego simbolizó gradualmente la creciente conciencia nacional.
La tendencia se aceleró durante las Guerras Napoleónicas de 1807-1814. Dinamarca / Noruega eran aliados de Francia, y el bloqueo resultante aisló a Noruega de Dinamarca y del mercado. El transporte marítimo y las exportaciones de madera se interrumpieron y la tierra fue asolada por el hambre. Como Noruega ya no podía ser administrada desde Copenhague, se nombró una comisión de gobierno de oficiales superiores para llevar a cabo esta misión. El rey Fredrik VI accedió a las demandas de una universidad nacional, que se creó en 1811. Todos estos acontecimientos formaron el telón de fondo de lo que acabaría sucediendo en 1814.
PERÍODO DE UNIÓN ENTRE NORUEGA Y SUECIA
Durante los años inmediatamente posteriores a 1814, el recién organizado Estado combatió repetidamente por su existencia. Noruega fue alcanzada por la peor depresión económica que nunca había sufrido. El mercado común con Dinamarca se interrumpió y el mercado británico se cerró a la madera noruega. Las minas y los aserraderos perdieron la clientela extranjera. Muchos ciudadanos de clase media alta del sudeste de Noruega fueron a la bancarrota. La crisis fue dura y larga.
Desde la década de 1830, Noruega disfrutó e un periodo de bonanza económica, lo que aumentó las peticiones para un comercio más libre y para la regulación de aduanas. Los derechos de la industria se extendieron y los aranceles aduaneros adoptaron el libre comercio. A su vez y, en otro sentido, Noruega comenzó a tomar parte en el desarrollo general de Europa. En 1854 se tendió la primera línea férrea, entre Oslo y Eidsvoll. Se instalaron líneas telegráficas y nuevos métodos de administración se introdujeron en la agricultura.
En la década de 1840, se sentaron las bases para la industria moderna de Noruega, con el establecimiento de las primeras factorías textiles y talleres mecánicos. Entre 1850 y 1880, el tamaño de la flota mercante noruega aumentó de manera vertiginosa.
Al desarrollo económico siguió una intensificación de la lucha de clases. Las llamadas a la reforma democrática se hicieron oír.
En el Storting (Parlamento noruego) se fue incrementando gradualmente el antagonismo entre los representantes de los funcionarios de mayor edad, que se ocupaban de la administración, y los delegados de los granjeros y los radicales. Los granjeros estuvieron en mayoría tan pronto como en 1833. En 1859, el primer intento de crear una organización de partidos fue infructuoso, pero diez años después se creó el primer bloque liberal. El primer partido político noruego, el radical Partido Liberal, se creó en 1884 y su contrincante político, el Partido Conservador, varios meses después.
El resentimiento hacia la monarquía sueca se hizo pronto evidente dentro de la unión, sobre todo porque la política exterior se organizaba en su totalidad desde Estocolmo. En 1827, el Storting pidió al rey que el Primer Ministro noruego pudiera tomar parte en cuestiones diplomáticas. Se hicieron otras propuestas, como la bandera mercante propia de Noruega, para promover la igualdad en la unión.
La verdadera y principal lucha contra la monarquía sueca, sin embargo, estaba unida a la introducción del parlamentarismo, el principio constitucional de que un gobierno debe tener el apoyo del Parlamento nacional para permanecer en el poder. Como condición para ello, el Storting propuso unas enmiendas a la Constitución en 1874, 1879 y 1880, permitiendo a los ministros acceder a las sesiones del Storting. En todas las ocasiones el Rey rehusó firmar la propuesta.
Eso planteó la cuestión sobre si las enmiendas a la Constitución necesitaban, de hecho, el consentimiento del rey y del Storting. El gobierno y los representantes conservadores dijeron que sí, pero los liberales estaban determinados a llegar al punto decisivo y llevar el asunto a su desenlace mediante un proceso de acusación de incapacidad y alta traición (impeachment). Tras una campaña electoral de 1882, los liberales consiguieron 82 representantes para el Storting y los conservadores, 32. El gobierno del Primer Ministro Selmer fue sometido a un proceso de incapacidad, y en 1884 obligado a la pérdida parcial del cargo, ante todo por haber aconsejado al rey la no aprobación de las enmiendas constitucionales. Tras un periodo de gobierno conservador interino, el rey no encontró otra opción que pedir al líder liberal, Johan Sverdrup, que ocupara el cargo de Primer Ministro. Por fin, el parlamentarismo había triunfado en Noruega.
Hacia finales de siglo, la oposición a la unión se intensificó. Una petición sueca de que el Ministro de Asuntos Exteriores debía ser sueco, y la petición noruega de tener sus propios consulados encendieron amargos desacuerdos. Las tropas suecas impidieron a los noruegos llevar a cabo sus deseos. Los noruegos, por su parte, dedicaron los años finales del siglo a fortalecer su poder militar.
Definitivamente, el asunto del consulado fue el desencadenante del conflicto final entre los dos países. El 11 de marzo de 1905 se formó el gobierno del Primer Ministro Michelsen para impulsar el tema del consulado mediante una actuación unilateral noruega. El 7 de junio el gobierno cedió su poder al Storting. Sin embargo, este pidió al gobierno continuar temporalmente, de acuerdo con la Constitución y la ley vigente “con los cambios necesarios a tenor del hecho consumado de que el rey ha dejado de actuar como rey de Noruega, llevando así al final de la unión entre Noruega y Suecia bajo un solo monarca”.
Suecia pidió negociar las condiciones para la disolución de la unión, así como un plebiscito para aclarar si toda la nación estaba de acuerdo con este cambio. El plebiscito tuvo lugar en agosto de 1905. Un total de 368.392 noruegos votaron por el final de la unión, mientras sólo 184 votaron en contra.
Las negociaciones posteriores con Suecia tuvieron lugar en Karlstad en agosto y septiembre, y éstas concluyeron con éxito con la redacción de un acuerdo para la disolución pacífica de la unión.
NORUEGA
Tras un plebiscito aprobando el establecimiento de la monarquía, el parlamento eligió rey unánimemente al Príncipe Carlos de Dinamarca. Tomó el nombre de Haakon VII, siguiendo el linaje de los reyes de la Noruega independiente.
Noruega se mantuvo neutral durante la Primera Guerra Mundial, pero como resultado de la invasión de la Alemania nazi y la ocupación de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial, los noruegos se tornaron escépticos ante el concepto de neutralidad. Noruega fue uno de los firmantes del tratado fundador de la OTAN en 1949 y fue un miembro fundador de las Naciones Unidas. Noruega rechazó mediante referéndum su ingreso en la Unión Europea (UE) en dos ocasiones (1972 y 1994), pero se vincula con ella mediante el área de economía Europea.
EL PETROLEO NORUEGO
Al final de la década de los 60 se descubrieron reservas de petróleo en las costas de Noruega, a lo que siguió un periodo de desarrollo económico y técnico que ha dado lugar a algunas de las proezas más impresionantes de la historia de la ingeniería.
Exportación de Energía
Noruega es el séptimo país del mundo productor de petróleo y es el tercer país exportador de crudo. También es la fuente más importante de gas natural de Europa Occidental. Los productos relacionados con el petróleo encabezan la lista de exportaciones noruegas. En 2003 la exportación de crudo y gas natural ascendió a más del 40 por ciento del volumen total de exportaciones de bienes y servicios. Además, la construcción y puesta en funcionamiento de las instalaciones en alta mar más grandes del mundo ha llevado al establecimiento de una notable industria tecnológica en alta mar.
Divulgación de Conocimientos
Las empresas noruegas se encuentran entre las más grandes en cuestión de construcción y volumen de producción en el mar. La cartera de negocios nacional refleja un compromiso para innovar la tecnología que ha llevado a un cambio fundamental en la economía de los yacimientos petrolíferos, como por ejemplo conceptos de desarrollo de técnicas de trasvase del petróleo a tierra y realización de pozos inteligentes. Varias empresas de tecnología que ofrecen un servicio completo no sólo suministran productos y servicios del sector, sino que también se encargan del mantenimiento del yacimiento en su totalidad, desde estudios de viabilidad al diseño, instalación y mantenimiento de centros de producción fijos, flotantes y submarinos.
Laboratorio de Innovación en Alta Mar
El Mar del Norte siempre ha sido una de las regiones de ultramar más importantes del mundo, y en muchos aspectos representa el laboratorio donde se desarrollan y se prueban las nuevas tecnologías. Bien es sabido que empresas como Statoil e Hydro han encontrado aquí campo para pensar en nuevos horizontes. Ejemplos de innovaciones tecnológicas en las que las empresas noruegas han sido pioneras son la perforación en horizontal, sismología en 3D, y tecnología flotante y submarina. En el futuro una mayor atención al recobro mejorado de crudo y una tecnología respetuosa con el medio ambiente ayudarán a asegurar la continua competitividad de la industria petrolífera y de gas noruego.
EL PUEBLO SAMI
El territorio tradicional sami se extiende por cuatro países: Finlandia, Noruega, Rusia y Suecia. El pueblo sami habitaba estas áreas mucho antes del establecimiento de las fronteras entre estados y en Noruega se les reconoce como un pueblo indígena.
No hay cifras exactas sobre la población sami en Noruega, pero se estima entre 60.000 y 100.000. Aproximadamente, entre 15.000 y 25.000 samis viven en Suecia, mientras que hay más de 6.000 en Finlandia y 2.000 en Rusia. Cerca de 11.000 personas se registraron en el padrón electoral sami, que comprende una lista de todo el pueblo sami mayor de 18 años que se hayan registrado para votar y tomar parte en las elecciones para el Sámediggi (Parlamento sami).
El área de granjas de renos abarca los cinco condados más al norte de Noruega y el municipio de Engerdal en la provincia de Hedmark.
Los recursos tradicionales para el sustento del pueblo sami incluyen la agricultura, la caza y la pesca, la ganadería y el duodji, o la artesanía sami.
En el discurso que el rey Harald V pronunció durante la inauguración oficial del Sámediggi (Parlamento sami) en 1977, puso énfasis en que el pueblo sami y los noruegos forman parte integrante de la sociedad noruega, y se disculpó por el modo en que el pueblo sami fue tratado en el pasado: “El estado de Noruega se fundó en el territorio de dos pueblos, el sami y el noruego. La historia sami está íntimamente ligada a la historia noruega. Actualmente, expresamos nuestro pesar en nombre del Estado por la injusticia cometida contra el pueblo sami por la dura política llevada a cabo para la “norueganización”.
A finales del siglo XIX, las autoridades noruegas impusieron una estricta política de norueganización del pueblo sami y de las minorías nacionales. Hacia el final de los años treinta, comenzó a emerger una perspectiva política más positiva hacia las minorías en relación con el pueblo sami. En 1956, el Ministerio de Asuntos Religiosos y Educación nombró un comité para examinar los asuntos del pueblo sami. El informe del comité, completado en 1959, propuso una nueva política que representó un completo cambio con respecto a la norueganización del pueblo sami y la asimilación política. Basándose en estas recomendaciones, el ministro presentó un informe al Storting en 1962-1963, que constituyó la base para el primer debate parlamentario exhaustivo sobre los principios fundamentales que gobiernan la política sami noruega.
Las medidas que se aplicaron a partir de entonces para preservar y desarrollar el acuerdo y la actividad económica en las áreas sami incluyeron la creación del Fondo de Desarrollo Sami en 1974, y la firma del Acuerdo de Reindeer Husbrandy en 1976.
Durante la década de los años ochenta se crearon el Comité de Derechos Sami y el Comité Cultural Sami. Basándose en una propuesta del Comité para los Derechos Sami, se aprobó en 1987 el decreto sobre el Sámediggi y otros asuntos legales sami (el Decreto sami). Las primeras elecciones para el Sámediggi se hicieron junto a las del Parlamento noruego en septiembre de 1989, y la primera sesión del Sámediggi la abrió oficialmente el rey Olav el 7 de octubre del mismo año.
Compensación colectiva e individual
En el año 2000, el Storting creó un fondo del pueblo sami de 75 millones de coronas noruegas (NOK). Los ingresos del fondo deben usarse para el fortalecimiento del idioma y de la cultura sami, y servir de compensación colectiva por el daño y la injusticia inflingidos al pueblo sami por la política de norueganización anterior. El fondo lo administra el Sámediggi.
En junio de 2004, el gobierno noruego presentó un libro blanco en el que proponía una compensación según el esquema de pago ex gratia del Storting al pueblo sami y al pueblo kvens (pueblo de ascendencia finlandesa del Norte), a los que se les privó de la enseñanza como resultado de la Segunda Guerra Mundial. Como consecuencia de la ausencia de enseñanza y de la anterior política de norueganización, muchas personas de esta época de los pueblos sami y kvens no aprendieron a leer ni escribir. El proyecto se someterá a posterior deliberación en el Storting.
El objetivo del gobierno de crear un espacio dentro del cual el pueblo sami de Noruega pueda mantener y desarrollar su lengua, cultura y forma de vida está arraigado en el artículo 110a de la Constitución noruega y en las previsiones del Decreto sami. Noruega tiene además el deber de proteger los derechos del pueblo sami a través de la ratificación de varios acuerdos internacionales, en particular el artículo 27 del Convenio de las Naciones Unidas sobre derechos civiles y políticos, y la Convención ILO n.º 169 sobre los pueblos indígenas y tribales en estados independientes. Como pueblo indígena y minoría étnica en cuatro estados diferentes, la población sami necesita y tiene derecho a un estatus especial respecto a las leyes internacionales y nacionales. Noruega reconoce que tiene especial responsabilidad de asegurar el desarrollo de la lengua, la cultura y las estructuras sociales sami.
El Sámediggi
El Sámediggi sirve como primera fuente del gobierno para la inversión y diálogo con respecto a la política sami. El Sámediggi asume también la responsabilidad en labores administrativas e implementación de medidas políticas en ciertas áreas. Un objetivo del gobierno es proporcionar al Sámediggi una influencia y autoridad todavía mayores en asuntos concernientes especialmente a la población sami.
El Sámediggi ha asumido ya la responsabilidad de distribuir las cuotas entre las organizaciones sami, así como para las iniciativas culturales, económicas y lingüísticas. Además, un número de tareas de particular importancia para la cultura sami se transfirieron al Sámediggi desde varios ministerios. De acuerdo con las previsiones del Decreto sami, el Sámediggi goza de un amplio grado de autonomía e influencia en relación con estos asuntos.
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